Quizás me haya quedado boquiabierta
al ver tus manos tras mi puerta,
detrás de esa faceta se esconde una belleza singular,
reír por despertar tus sentimientos
dormidos en una almohada acolchada,
mojada, callada, la que un buen día me habla,
cuando duermo a ti pegada,
a tu boca, a tu cara…
Y una sonrisa que agranda mis sentidos
al igual que mis latidos,
tan perfecta, tan preciosa como una noche estrellada,
como las nubes empapadas
de tus sueños, de mis sueños,
de palabras que no hablan…
No hay comentarios:
Publicar un comentario